No sólo los adolescentes navegan en Facebook, también sus emociones

Durante la pandemia y debido al confinamiento que se ha vivido, el uso de las redes sociales como medio de comunicación entre la población se intensificó siendo Facebook una de las redes más utilizadas por los adolescentes ya que permite a estos hacer uso de su libertad de expresión, lo que les brinda autonomía desde el punto de vista de “ser independientes” y pertenencia a esta nueva cultura socio-digital; sin embargo, el uso de Facebook no sólo les abre las puertas al proceso de comunicación, sino también a un cúmulo de emociones.

¿Qué sucede con las emociones de los adolescentes que navegan en Facebook? ¿Será que trascienden de lo virtual a lo real? ¿O al contrario? Tal vez, en ambas direcciones. ¡Claro que trascienden de alguna u otra manera! Puesto que el adolescente, dentro de su proceso de socialización, suele confiar en amigos que están en la red y al asumir que sus comentarios están dirigidos entre ellos, vuelve altamente estimulante la interacción social; sobre todo, cuando aparecen emoticones tales como “me gusta”, “me encanta” o “me importa”, que transmiten la idea de aceptación y suelen elevar la autoestima.

También existe la probabilidad latente de que este mismo espacio de interacción social se vislumbre a la inversa, de los adolescentes ya sea en detrimento de la autoestima  o desarrollen inseguridad, ya que se puede estimular ansiedad, tristeza, enojo o miedo a ser rechazados por sus pares;  los comentarios, palabras o reacciones recibidos o enviados en Facebook llevan consigo significados que, a su vez, movilizan las emociones de los otros.

Por ejemplo, el caso de Martha, quien es una adolescente de 12 años de edad que ingresó a la secundaria y uno de sus compañeros le envió una solicitud de amistad por Facebook, ella aceptó, al subir una foto suya, recibió muchas críticas negativas por ser obesa de parte de sus compañeros; esto la llevó a la depresión y la bulimia, 

Situaciones como la anterior nos lleva a pensar que, sin duda alguna, la comunicación virtual tiene influencia en el estado emocional del adolescente; sin embargo, es inevitable aislarlos de la tecnología, pero a la par se requiere de que sean  informados sobre los riesgos que corren,  y brindarles educación emocional.

En este sentido, el ciberespacio es un aliado si se crea para él contenidos que abonen tanto a la seguridad virtual como emocional del adolescente. Llevemos a los adolescentes a ambientes libres de violencia, y si para hay que procurar un uso responsable de la tecnología. 

Itzamaray García Canul. Asesora académica del Programa de Servicio Social Unamita ¡Ciérrale a la Brecha Digital!