Hace un par de semanas me invitaron a impartir una conferencia en una renombrada institución de educación musical; el tema que desarrollé se tituló “Educación virtual: origen, ventajas y retos”. Los directivos me sugirieron que me adentrara en los pronósticos relacionados con la tecnología educativa; es decir, en las prácticas y herramientas que están por implementarse dentro del ámbito educativo, a corto, mediano y largo plazo. Para abordar esta temática consulté los informes del Proyecto Horizon, el cual tiene su sede en la Universidad de Catalunya y se enfoca en el desarrollo de estrategias para elevar la calidad educativa en la Educación Superior.
Ciertamente, me llevé una gran sorpresa al darme cuenta de todo lo que se pronostica. De acuerdo con el Proyecto Horizon:
- A corto plazo (de uno a dos años) se implementarán los entornos colaborativos, medios y redes sociales, gamificación y el b-learning.
- A mediano plazo (de tres a cuatro años) se estarán utilizando los Recursos Educativos Abiertos (REA) y el m-learning.
- A largo plazo (más de cuatro años) las experiencias de enseñanza aprendizaje se complementarán con realidad aumentada, inteligencia artificial, microcredenciales académicas mediadas por blockchain y u-learning (Proyecto Horizon, 2020).
Debo confesar que, cuando leí lo de inteligencia artificial ¡entré en pánico!, ya que inmediatemente mi mente me mostró una escena con un robot impartiendo cátedra; sin embargo, cuando vi la palabra asociada a las microcredenciales académicas, comencé a divagar, ¡me entraron muchas dudas! Por lo que me puse a investigar.
Para empezar, la tecnología blockchain se relaciona directamente con el tema de las criptomonedas y debido a eso, pensé que podría haber una conexión con la educación. ¡Craso error!
Después de consultar varios recursos descubrí lo que refiere el Proyecto Horizon, consiste en que, en algunos años, nuestros estudios y certificaciones estarán guardados y disponibles en la web, y serán válidos dentro de la Sociedad Red, en su totalidad. Esto se realizará a través de la misma tecnología que se utiliza para agrupar las nuevas divisas: el blockchain (García-Bullé, 2021).
Quizá por ahora esos conceptos nos parecen lejanos; sin embargo, aportaciones tales como el Proyecto Horizon, nos dicen que estas nuevas tecnologías pronto nos alcanzarán. A decir verdad, me parece un poco complicado imaginar nuestro futuro repleto de robots, elementos en 3D y tecnologías “extrañas”, pero está en mí comenzar leer sobre estas nuevas temáticas.
No debemos cerrarnos. Pronto va a ser la hora de escalar, de ampliar nuestro panorama; de lo contrario, las tecnologías nos rebasarán. ¿Estás dispuesto a prepararte para lo que viene? Te invito a reflexionar. ¡Comencemos juntos!
Mara Nieto Hernández. Asesora académica del Programa de Servicio Social Unamita ¡Ciérrale a la Brecha Digital!