En los últimos años el comercio electrónico se ha expandido de forma paulatina; sin embargo, aun con las ventajas que representa, como adquirir productos sin tener que trasladarse al establecimiento o, en algunos casos, mejores costos pero hay personas que han sido renuentes a su uso. Con el confinamiento y el cierre de distintos comercios la situación para muchos cambió, fue necesario vencer esa resistencia y experimentar una nueva forma de comprar.
El robo de datos bancarios o no recibir exactamente el producto ofertado son algunos temores a los que nos enfrentamos quienes iniciamos en esta nueva forma de comprar; debido al panorama tan atípico que se nos presentó con la pandemia y la necesidad que tuvimos de adquirir productos, muchos vencimos esos temores y nos arriesgamos a vivir esa primera experiencia.
Las restricciones sociales que se implementaron para evitar contagios nos pusieron en el dilema de salir de casa para adquirir aquellos productos de primera necesidad —arriesgándonos a un contagio— o vencer el miedo y aventurarse a realizar compras a través de Internet. Como yo, seguramente muchos optaron por lo segundo, lo cual se vio reflejado en el aumento de nuevos compradores en línea.
Con cierta reserva, inicié mi primera compra, al comienzo adquiriendo productos de despensa, pero poco a poco tuve mayor confianza para probar con otro tipo de artículos. Como seguramente les ocurrió a muchas personas, mi incursión en el comercio electrónico fue impulsada por una necesidad, pero esa fue la oportunidad que me permitió vencer mis temores, descubriendo que después de todo comprar en línea es una buena opción.
Un factor que influye para incursionar en el comercio electrónico es, sin duda, la motivación. Esta forma de comprar tiene ventajas que se hicieron más evidentes en la época de confinamiento, pero ésta debe ser acompañada por los conocimientos digitales que nos permitan tomar medidas de seguridad a fin de que nuestra experiencia en esto no se convierta en una pesadilla.
Paulina Cifuentes Aranda. Asesora academica del Programa de Servicio Social Unamita ¡Ciérrale a la Brecha Digital!