Hasta hace apenas un par de años, ir a pagar el teléfono, el recibo de la luz e incluso pagarle a un amigo el dinero de ese préstamo que generosamente nos hizo, resultaba un tanto engorroso porque debíamos invertir (además de dinero), tiempo y esfuerzo para trasladarnos hasta el lugar donde realizaríamos nuestro pago, teniendo incluso que hacer largas filas mientras esperábamos nuestro turno.
En este 2021 los asuntos financieros se han transformado para la comodidad de quienes se han familiarizado con las herramientas que la digitalización nos ofrece, esto ha sido posible a través de las apps que los bancos han puesto a disposición de los usuarios de estas instituciones y que les brinda la facilidad de realizar operaciones como pago de servicios, consulta de saldos y transferencias bancarias, entre otros.
No es que antes no nos encontráramos en el camino hacia esta transición, pero debido a la pandemia por el Covid-19, el uso de las aplicaciones bancarias aumentó como espuma de un 40% a un 90% de usuarios que tuvieron que aprender a utilizar los recursos financieros que ofrecen debido al confinamiento forzoso, lo que a la vez representó la oportunidad de conocer sus beneficios y habituarse a su uso.
Tal es caso de Sergio Gutiérrez, trabajador que recibe su nómina por medio de su tarjeta de débito desde hace diez años aproximadamente, quien afirma que no saber usar este tipo de aplicaciones, la desconfianza de realizar transferencias o compras a distancia y estar acostumbrado a hacer los pagos a la antigüita, eran los motivos por los que no se atrevió antes a usar la banca móvil.
El servicio de las apps bancarias sigue su progreso y cada vez es más fácil apropiarnos de los nuevos beneficios que ofrecen, como la generación de inversiones o el pago de impuestos desde nuestro celular, lo cual representa, sin lugar a dudas, una opción efectiva y práctica para cerrar la brecha digital de las personas que necesitan acceder a este tipo de tecnologías.
Marcela Espinoza García. Asesor académico en el programa de servicio social Unamita ¡Ciérrale a la brecha digital!